sábado, 30 de agosto de 2008

Nunca dejes de bailar tango

Siempre que se acerca la hora de prepararse para la milonga, un cosquilleo en el estómago aparece, no son nervios, son la ilusión y la pasión unidas en una.
Pese a las prisas, los horarios de verano, el calor, el trabajo, los compromisos, etc…todo confabula para sacar esas horitas de tango a la semana, y mucho más para el viernes por la noche, cuando ir a bailar al parque grande de Zaragoza, resulta un verdadero placer.
El entorno y la compañía siempre son buenos aliados para realizar allí una bonita milonga.

Una cena rápida y una ducha, el traje, la falda, la camisa, el vestido y por supuesto la bolsita con los zapatos de baile, están siempre a punto en nuestro armario para ser puestos a escena.

Una vez allí, cada panda tanguera se reencuentra con los suyos, y a la vez, todos con todos, como siempre ocurre en las milongas, los amigos de siempre, los nuevos amigos, gente de paso que se sienta a mirar, gente que si, gente que no. La mayoría de ellos, siempre atentos a los pies de los participantes de la pista, principalmente las mujeres, aunque muchas más veces de las que se debería el tema de conversación no gira en torno a los pies del resto…, siempre hay una falda, un peinado u otras cosas de las que hablar, o criticar, …sin maldad, estamos en una milonga! Por otro lado los hombres, observando si sus futuras “presas” están listas para la tanda de tangos que suena, o que sonará, mediante algún cabeceo, alguna mirada o invitación directa,...
Así comienza el ritual, así que listo, a bailar!

Cada tanda tiene algo especial, cada tango algo particular, cada persona sus preferencias, y es maravilloso bailar un bonito tango con la persona adecuada, igual una tanda, o un tango no sale como esperas, pero el día que si, la sensación es buenísima y si la sensación es así de buena para ambas partes implicadas en este ritual, no hay nada mejor que oír de la boca de un respetado y admirado milonguero las siguientes palabras:

“Un verdadero placer bailar contigo de nuevo, nunca dejes de bailar tango, por favor…”

La sensación entonces es sublime.

lunes, 18 de agosto de 2008

El Tango como Terapia

Recopilando información por la red a cerca de las múltiples ventajas que tiene el bailar tango, podemos “resumirlo” en 2 positivas aportaciones a la sociedad actual:

1. Terapia espiritual y social
2. Terapia física, también aplicada a la mejora de enfermedades

Desde hace algunos años se han puesto de moda las terapias alternativas. Esta expresión abarca toda clase de procedimientos y ejercicios, no sólo para curar enfermedades, sino para ayudar a mantener la salud a aquellos que a causa de la lucha por la existencia están desanimados, cansados de vivir con tantas exigencias y tan pocas gratificaciones.

En realidad no hay nada nuevo en esta búsqueda de terapias. Therapéio significaba para los griegos cuidar, asistir. Ese pueblo lleno de sabiduría había comprendido la importancia de ayudarnos mutuamente a sentirnos bien, o al menos a soportar mejor nuestras penas y dificultades.

El gran Aristóteles prescribía varias terapias para aliviar el sufrimiento existencial, que comenzaban por el precepto obvio de conseguir aquello cuya falta nos hace sufrir, también proponía otros medios, como el llanto, que continúa siendo un recurso tan digno como universal. Después indicaba los ejercicios, baños y masajes, que al reconfortar el cuerpo alivian también al alma; y por último, pero no porque fuera menos importante, aconsejaba buscar el consuelo de los amigos.

El tango, con su variedad de formas y posibilidades, se nos presenta como una terapia que abarca todo lo propuesto por Aristóteles: Como obra de arte plena de belleza, nos enriquece y nos provee de un alimento espiritual que muchas veces es el que más falta nos está haciendo.

Si consideramos la terapia física, hoy vuelve a estar de moda bailar el tango, y abundan los lugares para aprenderlo y practicarlo, disfrutando además de su estimulante toque de erotismo.

Desde un punto de vista más científico, podemos decir que bailar tango permite disminuir los niveles de la hormona liberadora de corticotrofina (CRH, por sus siglas en inglés), un mediador muy importante del estrés, que cuando está aumentado puede generar reacciones en todo el organismo, desde hipertensión hasta destrucción de neuronas del hipocampo, cuya consecuencia son trastornos en la memoria.

Si se baila el tango en forma regular, mejora la salud cardiovascular; además, disminuye el colesterol e incide en el estado anímico al provocar "estrés positivo".
El cuerpo, en el baile de tango puede expresar las penas, las angustias, las alegrías, los miedos... El abrazo puede generar una sensación de protección y contención. El ser reconocido y pertenecer al grupo mejora la autoestima.

Bailar tango produce múltiples beneficios: ayuda a aliviar y a disminuir los síntomas de la ansiedad y la depresión; mejora el estado de humor; aumenta el entusiasmo y el optimismo. También disminuye el estrés mental y aumenta la sensación de bienestar por la liberación de endorfinas. Por otra parte, se comprobó que la actividad física a través del baile de tango, por sus connotaciones psicosociales y emocionales, colabora en el mantenimiento de una vida sexual plena.

Por otro lado, contamos con un estudio de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, según el cual cuando estos pacientes toman clases de tango, observan una mejoría en su equilibrio.
Entre quienes sufren esta dolencia, los problemas para caminar y de equilibrio son comunes y les suelen causar caídas. Los investigadores recordaron que entre las dificultades más comunes figuran la costumbre de arrastrar los pies al caminar y molestias para girar mientras se camina.
Los pacientes con Parkinson pueden llegar a experimentar una repentina sensación de "congelamiento", que les puede provocar un ritmo más lento en sus movimientos y en algunos casos los obliga, directamente, a detenerse. Tienen también dificultades para caminar y realizar otra actividad al mismo tiempo.

Este estudio apareció publicado en el Journal of Neurologic Physical Therapy. Su principal autor fue Madeleine Hackney, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos.

Los investigadores describieron lo ocurrido cuando 19 pacientes con Parkinson recibieron 20 clases de tango o de ejercicio. La clase de ejercicio consistía en una hora de movimiento con sillas, o con éstas como apoyo simplemente. La clase de tango era más enérgica y se centraba en movimientos de estiramiento, equilibrio, trabajo de pies y coordinación de tiempos.

Los dos grupos dieron muestras de un mejoramiento general pero sólo a los estudiantes de tango pareció irles mucho mejor a la hora del equilibrio. Según los científicos, los resultados son auspiciosos pero será necesario realizar en el futuro más estudios sobre el tema.

Para los argentinos, el tango también fue motivo de estudio. En 1999, la Fundación Favaloro hizo un relevamiento sobre 10 parejas con un promedio de 50 años para saber qué ocurría fisiológicamente con los bailarines en la pista. Los resultados demostraron que bailar tango tiene valores similares a los que se recomiendan a los pacientes para prevenir enfermedades cardíacas. Es decir, ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca de reposo y a aumentar la cantidad de sangre que el corazón expulsa en cada latido. De ese modo, la eficiencia cardiaca es mayor "gastando" menos energía para trabajar. En el sistema circulatorio, además, contribuye a la reducción de la presión arterial, a incrementar la circulación entre los músculos y a disminuir la formación de coágulos dentro de las arterias.

Bailar tango tres veces por semana entre 45 y 60 minutos mejora la salud; ahora se sabe que también ayuda a luchar contra el mal de Parkinson.

Por lo tanto, nos encontramos con que el tango nos proporciona un sin fin de aportaciones positivas tanto a nivel psíquico como físico y como no podía ser de otro modo y para darle un toque de humor a tan descriptivo post y algo tostón para lo que os tengo acostumbrados..., y por supuesto, aunque no vamos a pensar que un tango revive a los muertos, os dejo un vídeo en el que desde luego así sucede, y así nos lo muestran Julio Balmaceda y Corina de la Rosa, con un tema de Bajo Fondo Tango Club, “Pa Bailar”, lo que está claro es que proporciona una carga de energía increíble que estimula tal punto que todo se ve desde otra perspectiva, si no miren miren…