domingo, 12 de octubre de 2008

Enamorado

El era un muchacho recién llegado de la guerra, de vuelta a su pueblo, con ganas de descansar y olvidar todo aquello, cuando una mañana de domingo, en la época en que las chicas se alineaban con boina roja para entrar en la iglesia, allí estaba ella, esperando como todas a que sonaran las campanas para entrar a la iglesia del pueblo Peralta de Alcofea, en la provincia de Huesca.
El recién llegado de una guerra civil, y ella, recién llegada a ese mismo pueblo en el que su padre ejercía como secretario. Tenían ambos en torno a los 18 años.

Ella tenía 3 hermanas más, a las que rendir cuentas de sus andaduras en el pueblo, pues era las más jóven y el 8 hermanos de los que cuidar, pues aunque era el segundo más mayor, se quedaron sin padre muy temprano.

Esa morena me gusta!! ¿Quien es? preguntó el muchacho, Es la hija del secretario le dijeron..., pues esa chica me gusta!

Así que en el baile, el domingo por la noche, ya la empezó a cortejar, la sacó a bailar, así empezaba todo antes, en el baile. Ella era una gran bailarina (bailaba muy bien el tango!), y el muchacho, que su especialidad era más bien jugar a fútbol que bailar, tubo que espabilar pronto, y mejorar sus dotes como bailarín! y así noche tras noche, una vez en el baile, otra a escondidas de sus familias, en la era debajo de casa, en un paseo por la carretera,... poco a poco, así empezó esta bonita historia.

Hubo quien se opuso a esa relación, por su puesto las familias que por aquel entonces siempre velaban más por el futuro económico de sus miembros, que por la felicidad de los mismos, -El no es el heredero, y no tiene un oficio! le decían a ella, y la familia del muchacho le reprochaban que ella no tienea tierras! pues era forastera. Nunca vieron del todo bien que aquella historia avanzara, pero ... afortunadamente, no fue así, y tras ese primer baile, no se separaron ni un día más en toda su vida.

Se casaron y formaron una gran familia a la que yo pertenezco y tengo la gran suerte de ser su nieta.
Rosario que así se llama la muchacha, mi abuelita hoy, está algo enferma, y necesita un gran apoyo de todos los que la queremos mucho, para ella y para animar a mi abuelo Alejandro, que hoy me ha confesado que fue amor a primera vista, jeje... va dedicado este tanguito “Enamorado” de D’Arienzo-Maure, que seguro en alguna noche de verano lo bailaron abrazados en la pista.